Di sí al entusiasmo y al respeto

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La semana pasada David Tomás en Linkedin sugirió un tema que me hizo pensar

Imagina que todos los días laborales que te quedan los próximos 10, 20, 30 o 40 años fueran todos como hoy. ¿ Lo firmarías?

Hay días que, tras el trasiego de una jornada laboral con estrés y presión, si te dejas llevar por el desánimo nada bueno puedes conseguir. Echo en falta líderes con entusiasmo y respeto hacia las personas y que no dejen de motivar y crear equipo.

El martes pasado supe que un familiar mío acababa de coger su último tren para recorrer su último viaje. Fue una persona en la que siempre tenía una sonrisa en la cara a pesar de que las circunstancias a veces no acompañaran. La verdad es que fue todo un personaje. Una persona risueña,  e inconsciente, muy decidida que no se paraba ante los obstáculos con un  remarcado buen humor. Una persona detallista donde la familia era lo primero ante todo. De hecho uno de mis primos comentó que fue el gran promotor de la gran familia y que allá donde estuviera la seguiría liando traspasando locales.

Una vez leí que los pensamientos alimentan nuestras emociones y que nuestras emociones repercuten en nuestro comportamiento y por tanto en nuestros resultados. Que cuando las cosas salen mal echamos balones fuera para no sentirnos responsables y cuando salen bien nos encanta sentirnos dueños de nuestro destino. Si estás en modo pesimista lo que se  proyecta es tristeza y la verdad es que lo negativo no vende.

En todas las facetas de la vida hay que transmitir alegría y optimismo eligiendo bien tus pensamientos.

Javier Iriondo conferenciante de crecimiento personal cita:

Tu valor no disminuye porque alguien no sea capaz de ver lo que vales. Eres tú quien realmente debe valorarse.

Un compañero de trabajo me ha pasado una cita fabulosa que no quiero de dejar de compartir .

Sé fiel a lo que crees con honestidad. No te rebajes ni te disminuyas ante los demás. No te pierdas el respeto por ti ni faltes con él a los demás. Lucha y trabaja con ahínco. Acepta las derrotas con el mismo espíritu de las victorias y sé humano. No te arrepientes de dar la mano siempre y a quien lo necesita.

Para aquellos que a veces tengan días mustios, no dejes que nada te quite la alegría. ¿Te animas?

50 Aniversario de Todplast

todplast

Hace días que no escribo un post. A pesar de ello no ha sido motivo de no querer hacerlo.

Desde la vuelta de las vacaciones estivales, desde Precintia hemos estado trabajando mucho en nuevos proyectos marketinianos y comerciales.

Uno de los motivos que más nos hemos involucrado ha sido en la organización de los 50 años de una de las divisiones del grupo.

Todplast ha hecho 50 años de existencia.

Hoy no podriamos hablar de Precintia , sino hubiera existido Todplast.

Ha sido todo un honor poder colaborar en esta celebración.

Cuando me comentaron en que tenía que hablar en la inauguración de este evento, me vinieron a mi mente muchos recuerdos.Muchas personas que trabajaron en Todplast me conocieron antes casi que naciera. ¡Cómo me gustaba corretear por los despachos ubicados en la calle Secretario Coloma!.

Avanzaron los años hasta que tuve la oportunidad de poder conocer durante un lustro el mundo de los envases, botes, copas, carretes y cucharitas. ¡Realmente fué todo un reto!. Desligarse del mundo de la seguridad pasiva para conocer el sector heladero, el sector pastelero, el sector textil y el sector eléctrico.

Hoy en día se habla de ser emprendedor. Quien ha podido trabajar con emprendedores, saben lo que es trabajar desde una pequeña ilusión o sueño, con inquietudes cuando se enfrentan a problemas del día a día y saber convivir con  valores tales como la cultura del esfuerzo, el apoyo en el equipo humano que te pueda rodear, la pasión y plena dedicación al trabajo y que el cliente siempre estuviera satisfecho.

Esta empresa la inició mi padre en Septiembre de 1966. Recuerdo de bien pequeña a un padre trabajador, hecho así mismo, el cual lo podíamos disfrutar en familia, a partir de de los sábados al medio día.

Un hombre emprendedor, inconformista, un luchador con la simplicidad de un hombre de tierra. Un hijo de la vida en el sentido más puro, con una gran responsabilidad familiar.

Los que han podido trabajado contigo nos has transmitido el camino del trabajo constante, conocer bien a las personas con las que trabajas y saber disfrutar con ellos de las arduas tareas de trabajo, decir las cosas como son, dar lo mejor de sí para que el cliente quedara contento, tocar los pies al suelo y poner la cabeza en el cielo.

Sabemos que fuiste una persona con gran visión. Supiste rodearte de unos buenos pilares y de muchas personas. Sin su ayuda hoy esta fiesta no tendría sentido.

Hoy hay algunos que nos acompañan y otros ya no.

Fuiste el director de orquesta y cada uno tocó su instrumento para tocar la mejor melodía.

A por otros 50 años más.

Moltes gràcies Sr. Baucells!, Gràcies Todplast!

¿Te animas?

 

 

 

Sí, existen buenos empresarios en la empresa familiar…

cartonajes

Con tristeza escribo este nuevo post después del periodo vacacional.

El pasado mes de Julio un buen empresario catalán  sin título conocido en los medios de comunicación marchó al cielo. Persona de gran corazón y gran humildad supo saber estar, saber hacer y saber desaparecer  sin ruido alguno. Tras una larga enfermedad nunca hubo queja alguna.

Hombre de ideas claras con gran sentido común sin ningún rastro de prepotencia. Donde su mejor versión era la   de menos es más. Y sobretodo con gran sentido del humor.

Joan Petit era su nombre. Persona discreta en la que enseñó a su familia directa, empleados y amigos el empeño a la tarea del árduo trabajo. Trabajo de calidad con muchas horas en la espalda, donde los anillos no se caían al suelo.

Joan junto su hermano Miquel (el mejor tandem de armonia y fuerza), tras morir su padre, tuvieron que gestionar una empresa familiar dedicada a los cartonajes ondulados. El know how  de esta empresa es el esfuerzo constante de adaptación a las necesidades de cada mercado. Innovación en sus plantas industriales y constante formación al equipo humano. Donde sus envases y embalajes de cartón ondulado protegen, cuidan, informan y venden.

Fué un hombre muy amigo de mi familia. En definitiva la familia Petit casi se podría considerar familia nuestra.

Durante cierto tiempo, cuando mi padre no tenía claro el tema de la sucesión en la empresa familiar, acudió a él para seguir sus sabios consejos.

Aún así consiguió que nuestra empresa familiar pudiera tener un protocolo familiar. Dicho protocolo no lo miraba como una serie de normas a seguir sino como un gran resultado a un amplio debate para aunar familia con empresa.

Joan ha sabido dejar una buena huella y un buen legado. El claro ejemplo está en su mujer Maria Teresa y sus cinco hijos Joan, Lourdes, Montse, Santi y Terete. Sin olvidarme de sus nueras  (Thaïs y María)  y yernos(Óscar, Lluis e Ignasi +) junto sus nietos.

Hombre apacible donde enseñó a su familia a ser generosos, constantes y discretos.

Un mes antes de marcharse dijo:

No olvides nunca que la empresa es importante pero aún más la familia. Es la clave.

Ojalá hoy en día hubieran empresarios así.

¿Te animas?

 

 

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